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Una aproximación a la línea criminal de Darío Argento

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Fuente: Bloody Disgusting

En la obra de Dario Argento existe una línea criminal que coincide en la figura de un misterioso asesino que utiliza guantes negros y acaba a sus víctimas con armas blancas, mientras que a nivel técnico hay una clara utilización del plano subjetivo desde el punto de vista del asesino  y el uso en demasía del zoom. Dario Argento es quizá el director que más renombre consiguió gracias a sus giallos como en el caso de “Opera” producido en 1987M. 

La trama comienza cuando la actriz que desarrollara el papel de Lady Macbeth, tiene un accidente de auto, por la que es remplazada por una actriz joven, quien al parecer es la obsesión del misterioso asesino, que desea ver a esta joven en un debut forzado,  al cual la actriz soprano no quiere interpretar porque considera como el resto de los actores de ópera, que tal obra tiene la fama maldita. Betty es la actriz soprano a la que se le incidirá el plano de la muerte, ya que al inicio vemos una clara referencia al cuervo de Edgar Allan Poe, que nos incide la puesta en escena de la muerte y accidentes dados estratégicamente por el asesino.

 

La obsesión que representa el misterioso asesino es el de tener a Betty forzada a presenciar las muertes, ya que al inicio son una amenaza para revelar la identidad de este. El misterioso asesino quiere mantener su identidad en secreto para con su víctima, lo cual lo hace placentero para el asesino. La obsesión surge desde que el misterioso asesino conoce a la madre de Betty, por la cual también siente el mismo placer, al sentir su piel al ser sumida en la represión, la codicia de querer sentir solo quería liberar sus almas.

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El personaje de la madre es importante para el hilo de la historia ya que al parecer, fue el primer incentivo del inspector Allan Santini, para idear situaciones extrañas como el placer de presenciar el sadismo de otro. La idea de realizar algo por la intensidad de remplazar esa sensación, la sensación que le provocaba la madre de Betty a Allan Santini, es por ello que las compulsiones que tiene Allan para poseer el cuerpo de la madre, quien en su momento tuvo un factor dominante sobre Allan Santini. Este carácter es invertido cuando Allan Santini reconoce que la madre de Betty es cruel, no por dirigirle al sadismo, sino por no permitirle tocarla, el guardar esa distancia e indiferencia ante el afecto la hace dominante con Allan, por lo que la madre de Betty se convierte en un personaje sádico.

Las imágenes visuales que nos inducen sacar tal conclusión sobre que la madre de Betty domino al inspector en cierto tiempo, es visto en el film por fragmentos. Uno de ellos se presentan cuando Betty está actuando en el teatro y de la nada aparece una escena distinta en la que una mujer es perseguida por alguien, luego, en otra escena se ve no solo como el inspector ata a las víctimas y las arrastra, sino  también, cómo es que las manos de la madre contribuyen a este sirviendo de operador, por  alcanzarle el arma homicida a quien vendría siendo el inspector y así este pueda ejercer el dolor a las víctimas.

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El personaje de Allan Santini pasa a ser el dominante, cuando la madre es estrangulada por él, acto que por cierto, no logramos ver en la película, pero si nos convencemos de este hecho cuando Allan tiene atada por tercera a vez a Betty, confesándole sus intenciones a través de un monólogo que aporta la obsesiva estimulación que recibió por parte de la madre de Betty.

“Cuando te vi la otra noche, creí que era un milagro. Cállate, faltaba algo, tú no eras la estrella, que ella era, tuve que deshacerme de Mara. Betty, todo lo que quería era tu amor, pero la gente no comprende y ahora todo ha terminado. Cómo, cómo podrías amar a un monstruo. No quiero que me veas nunca más. Es mejor que muera, sí. Quiero arder, nadie me encontrará, nunca podrán encontrarme. ¿Hueles? Gasolina. ¿Tienes miedo? Yo sí. Tengo miedo del dolor ¿Quieres ayudarme? ¡Ten! Oh, bien, levántala ¡levanta! A la izquierda, a la derecha, no tanto, bien. Ahora, dispara ¡Dispara! ¿Qué esperas? ¿No te he hecho bastante daño? ¿O quieres más? Yo estrangule a tu madre, era codiciosa, quería más sangre, era cruel, no me dejaba tocarla. ¿Sabes una cosa? Disfruté.”

Se nota el cambio de dominio, Allen satisface esa frustración de no poder tocar a la madre de Betty, estrangulándola y disfrutando que tiene el poder sobre ella. La satisfacción es corta, acaba cuando el sujeto al que domino por instantes ya no se encuentra presente o por lo menos viva, por lo que se recurre a la hija, Betty, lo cual es una larga espera, porque vemos que el  inspector espera al debut de Betty como cantante de ópera. La espera le concede  el tiempo a una estrategia, el cual inicia cuando Mara tiene un accidente y no puede actuar en la obra de Giussepe Verdi, Macbeth. El segundo monólogo interesante para el desarrollo de la madre, es el que vagamente reconoce Betty, sobre los actos sádicos de su madre, todo para salvarse de la muerte. Al ser testigo de la muerte del director de la obra y ser salpicada con un poco de sangre del director en la blusa de ella, Betty afirma.

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“Soy como mi madre, lo siento ahora, quiero que ganes, que los mates, soy exactamente como ella, vamos, tenemos que huir ¡Vamos! Antes de que alguien encuentre el cuerpo, no pares, sigue.”

Por los datos que vemos en la película, no sabemos cómo es que Betty retribuye tal información sobre su madre. No sabemos a qué edad perdió a su madre y si ella estaba enterada de los actos sádicos que realizaba su madre, por lo que solo podemos tomar en cuenta la información que se nos dio en los monólogos y en la historia visual. Betty luego de ver que había agentes de la policía en su entorno, se dirige al asesino y afirma desesperadamente.

“No es verdad, yo no soy como mi madre, no soy como ella ¡En absoluto! ¡En absoluto!”

La afirmación de Betty da ha entender que era consciente de los actos que realizaba la madre, de las cuales se siente avergonzada y mal. Betty sublima su personalidad con el último monólogo de la película, Betty afirma que es un ser sin ningún rasgo similar al de su madre.

 “En mucho tiempo no quise ver a nadie, quería escapar de todos, porque yo soy diferente. Aunque vagamente recuerde a otros, a algunos de ellos. Me gusta el viento, las mariposas, las flores, las hojas, los insectos, la lluvia, las nubes.”

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Betty en aquella escena representa aquella libertad contraria a la represión y sumisión que demostraron la madre de Betty y Allan Santini. El placer y obsesión en sí de ejercer el dolor y la incomodidad de esperar a que la víctima, la cual tiene un gran parentesco con el personaje deseado que en este caso es entre la madre y Betty, suma la intención del asesino. La obsesión de ocasionar un entorno de misterio y confusión, lo cual lo hace placentero, porque la victima tiene reacciones puras, de miedo y horror, pero nunca de afecto, ni en la primera, ni en la segunda y muchos menos en la tercera, Betty luego de presenciar un homicidio, lo único que hace es correr o   ver las flores e identificarse como un ser distinto al resto, que claramente lo es, porque es indiferente a la muerte, lo cual es un comportamiento lejano o extremo a la perversión de su madre y al de Allan Santini.

Artículo: Carolay Villaverde F.

Música de la página: 

Chet Baker, "Almost blue" from "Almost Blue" (1989)

Diagramación y digitalización: Francesca Calderón Arias

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Bibliografía

-Argento, Dario. Opera. 1987.

-Gorgot, Emilio. Quince reglas básicas del cine de Alfred Hitchcook.2014.

© 2020 Revista Senda

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